
La presidenta peruana Dina Boluarte salió el viernes de la Fiscalía General tras cinco horas de un interrogatorio sobre el origen de joyas, relojes de lujo y cientos de miles de dólares en sus cuentas bancarias en una indagación por presunto enriquecimiento ilícito que ha desatado una nueva crisis política.
El carro presidencial con lunas entintadas junto a su escolta salió sin detenerse. El edificio de la fiscalía, ubicado en el centro histórico de Lima, estaba rodeado por rejas, policías antimotines y periodistas.
Un hombre llevaba un cartel con la frase “Insurgencia popular” mientras una mujer repetía con una bocina “Dina asesina el pueblo te repudia, Dina ladrona el pueblo te repudia”. Poco después, el automóvil de la mandataria ingresó rodeado de su comitiva de policías armados. Otro grupo en defensa de la presidenta Boluarte llevaba un letrero con la leyenda “Dina resiste”.