
El Gobierno de Nicolás Maduro repudió este jueves la decisión de Brasil de vetar la entrada de Venezuela al grupo de economías emergentes BRICS, un acto que Caracas ve como un «gesto hostil» y una «agresión» contra los intereses de la nación, que lleva años buscando insistentemente ser admitida en este bloque liderado por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto y Emiratos Árabes Unidos.
En un comunicado, la Cancillería venezolana expresó que con este veto se está «reproduciendo el odio, la exclusión e intolerancia promovidos desde los centros de poder occidentales para impedir, por ahora, el ingreso de la patria de Bolívar a esta organización», un espacio internacional alternativo al G7 de países desarrollados.