
Cuando los jóvenes de este país se sienten relegados o apáticos frente a la política, se pierde no solo un relevo generacional, sino también la oportunidad de construir una democracia viva y renovada. En ese marco, resultan más que oportunas las palabras del coordinador del Gabinete de Política Social, Tony Peña Guaba, quien ha instado a las nuevas generaciones a involucrarse activamente en los procesos políticos y sociales: “No se transforma desde afuera, sino integrándose”, ha dicho con contundencia.
Peña Guaba pertenece al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y es considerado por muchos como uno de los presidenciables más conectados con las bases. Su llamado no es una frase aislada, sino una invitación urgente: los jóvenes no deben ser meros espectadores de la política —críticos desde la distancia— sino actores que den forma a su destino y al del país.
La juventud dominicana posee talentos, energía y un conocimiento tecnológico que la convierte en clave para renovar los partidos, modernizar la comunicación política y diseñar soluciones creativas a viejos problemas. Pero ese potencial solo se libera cuando los jóvenes participan desde dentro, con voz, voto y responsabilidad, tal como enfatizó Peña Guaba.
Hoy más que nunca, el escenario político exige perfiles frescos, comprometidos y cercanos a la ciudadanía. La exhortación de Peña Guaba representa una plataforma de arranque para esta generación: la oportunidad de influir, proponer y construir. En este país, la participación no puede seguir siendo solo palabra: debe convertirse en acción desde adentro.
El momento es ahora. Si la juventud responde a esta convocatoria con decisión, nos acercaremos a una política más inclusiva, innovadora y representativa. Porque cambiar no es esperar: es actuar. Y ese acto debe comenzar con los jóvenes al frente, generando impacto desde adentro hacia fuera.
