
El Ministerio Público sostiene en su solicitud de medida de coerción contra Antonio Espaillat López y Maribel Espaillat, que estos dejaron un trabajo de ingeniería incompleto en el año 2014, el cual pudo haber detectado la falla estructural que provocó el desplome del techo del Jet Set Club y evitar así la tragedia que cobró la vida de más de 230 personas y dejó más de 180 heridas.
Según expone el expediente, en el año 2014 el ingeniero Josémanuel Hernández Coste fue contactado por el arquitecto Oscar Imbert para realizar un ensayo no destructivo en hormigón y acero, así como un levantamiento estructural del edificio del Jet Set Club. Sin embargo, el trabajo apenas alcanzó un 10 % de progreso, ya que solo se lograron escanear tres columnas y determinar dos zapatas, debido a que los responsables del local no dieron continuidad a la evaluación.
“El trabajo implicaba el análisis de las varillas, vigas, columnas, losas y el techo, en términos generales, la condición estructural del edificio. Pero esto no fue posible por la falta de seguimiento e interés por parte de los hoy imputados”, indica el Ministerio Público, que además acusa a los dueños del establecimiento de “una gran irresponsabilidad frente a una cuestión de vital importancia para la seguridad de sus clientes”.