
Por: Alexander Olivence.G
Una década puede ser un suspiro en la historia de un país, pero para el Partido Revolucionario Moderno (PRM), estos diez años representan una travesía de lucha, unidad y logros transformadores. Hoy, al celebrar su aniversario, el PRM no solo conmemora su consolidación como la principal fuerza política de la República Dominicana, sino también su rol como arquitecto de un proyecto nacional inclusivo y esperanzador. En este camino, figuras como Tony Peña Guaba, dirigente nacional del partido, han sido pilares fundamentales para tejer una organización que prioriza el bien común sobre los intereses individuales.
Una década construyendo oportunidades
“Hoy el PRM cumple 10 años de esfuerzo, unidad y compromiso con la República Dominicana. Para mí, ha sido un gran honor pertenecer a este partido que lucha por un país más justo, próspero y lleno de oportunidades”, expresó Tony Peña Guaba en sus redes sociales, encapsulando el espíritu de una militancia que ve en el PRM más que un partido: una causa.
Desde su fundación en 2014, el PRM ha desafiado el status quo político con una fórmula basada en tres ejes: transparencia en la gestión pública, eficiencia en el uso de los recursos y cercanía con las necesidades ciudadanas. Bajo esta visión, el partido ha impulsado reformas estructurales, desde la modernización del Estado hasta la ampliación de programas sociales, demostrando que gobernar con ética y planificación sí genera resultados tangibles.
El liderazgo de Tony Peña Guaba: Coherencia y acción
Como dirigente nacional, Tony Peña Guaba ha sido un puente entre las bases del partido y las instancias de decisión. Su trabajo se ha caracterizado por una constante defensa de la participación ciudadana y por promover que las voces de los sectores marginados sean escuchadas en los espacios de poder. “La política no es un fin, sino un medio para mejorar vidas”, suele recalcar, y su trayectoria lo demuestra: desde su incansable defensa de los derechos de las comunidades hasta su impulso a iniciativas que fortalecen la educación y el empleo juvenil.
Uno de sus aportes más destacados ha sido su rol en la consolidación del PRM como un partido plural y accesible. Bajo su influencia, se han creado espacios de formación política para jóvenes y mujeres, se han fomentado alianzas con sectores productivos y se ha mantenido un diálogo permanente con la sociedad civil. Para Peña Guaba, la clave está en “gobernar con los pies en la tierra y la mirada en el futuro”.
El PRM: Un proyecto que trasciende lo partidista
Los logros del PRM en esta década no se miden solo en elecciones ganadas, sino en su capacidad para convertirse en un referente de esperanza. Durante su gestión gubernamental, el país ha experimentado un crecimiento económico sostenido, incluso en contextos globales adversos, junto a avances en infraestructura, salud y seguridad social. Sin embargo, el mayor éxito, como señala Peña Guaba, es haber “recuperado la confianza de la gente en que la política puede ser una herramienta de cambio”.
Los hashtags #Aniversario y #TonyPeña, que hoy inundan las redes sociales, son más que tendencias: simbolizan el orgullo de una militancia diversa y comprometida. Desde agricultores en zonas rurales hasta emprendedores en ciudades, miles ven en el PRM un aliado para alcanzar sus metas.
Mirando al futuro: Desafíos y compromisos
Este aniversario no es un punto final, sino un reinicio. Los retos que enfrenta la República Dominicana —como la desigualdad, el cambio climático y la necesidad de empleos de calidad— exigen un PRM más unido que nunca. Tony Peña Guaba lo sabe: “El verdadero trabajo comienza ahora. Debemos asegurar que el crecimiento económico llegue a todos los rincones y que nadie se quede atrás”.
Para ello, el partido apuesta a profundizar políticas como la digitalización de servicios públicos, la inversión en energías renovables y la creación de oportunidades para microempresarios. Pero, sobre todo, insiste en mantener su esencia: un partido que escucha, que incluye y que transforma.
¡Feliz aniversario, PRM!
Al cumplir diez años, el PRM no solo celebra su historia, sino que reafirma su promesa de seguir trabajando por un país donde las oportunidades no sean privilegios, sino derechos. Con líderes como Tony Peña Guaba y una militancia que abraza la unidad como valor supremo, el camino hacia ese mañana compartido está más claro que nunca.