Nueva York. – El senador J.D. Vance provocó un intenso debate internacional al declarar que Estados Unidos no persigue una guerra convencional contra Irán, sino una ofensiva política, económica y diplomática contra su desarrollo de armas nucleares. “La amenaza no es el país, sino la aspiración de convertirse en una potencia nuclear en manos del régimen de los ayatolás”, precisó durante una entrevista con medios internacionales.
Vance insistió en que el enfoque de la administración estadounidense no debe malinterpretarse como una agresión al pueblo iraní. “Al contrario, son precisamente los ciudadanos iraníes los más vulnerables a un conflicto armado o a una catástrofe nuclear”, afirmó.
Analistas internacionales ven estas declaraciones como una señal de que Washington busca reforzar la narrativa de disuasión sin cruzar el umbral de la guerra abierta, especialmente tras el fracaso del acuerdo nuclear de 2015 (JCPOA) y las recientes señales de enriquecimiento de uranio por parte de Teherán.
Desde Teherán, el Ministerio de Exteriores respondió con un comunicado donde acusa a EE.UU. de “hipocresía estratégica” y sostiene que su programa nuclear es “con fines exclusivamente pacíficos”. Sin embargo, inspectores del OIEA han expresado preocupación por la falta de transparencia iraní.
Mientras tanto, Vance urge a la Casa Blanca y a sus aliados europeos a no bajar la guardia: “Cada día que Irán avanza en su ambición atómica, el mundo retrocede en estabilidad”, sentenció.