
Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para Cisjordania y Gaza, afirmó que las sanciones impuestas por Estados Unidos por sus críticas a Israel tendrán graves consecuencias en su vida personal y profesional. Albanese ha sido una de las voces más firmes en denunciar las acciones de Israel en Gaza, calificándolas de “genocidio contra el pueblo palestino”.
Albanese, nombrada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, forma parte de un grupo de expertos independientes encargados de investigar violaciones de derechos humanos en los territorios palestinos ocupados. Sus declaraciones han generado fuerte rechazo en Israel y Estados Unidos, país que recientemente la sancionó tras no lograr que fuera retirada de su cargo.
“Es muy grave estar en la lista de sancionados por EEUU”, dijo la relatora desde Roma, explicó además que las personas sancionadas no pueden tener vínculos financieros con bancos estadounidenses ni usar tarjetas de crédito vinculadas a entidades del país, lo que complica directamente sus actividades diarias y su labor como funcionaria internacional.
Albanese señaló que este tipo de medidas, cuando son utilizadas “de manera política”, resultan “perjudiciales” y “peligrosas”. Indicó además que mantiene vínculos personales con Estados Unidos: “Mi hija es estadounidense. Yo he vivido en Estados Unidos y tengo algunos bienes allí. Así que, por supuesto, me va a perjudicar”.
Pese a ello, la relatora manifestó que continuará con su labor. “¿Qué puedo hacer? Hice todo lo que hice de buena fe, y sabiendo eso, mi compromiso con la justicia es más importante que los intereses personales”, afirmó.
Las sanciones no han detenido su actividad profesional. En julio, Albanese publicó un nuevo informe centrado en lo que denominó como “la economía genocida de Israel” en los territorios palestinos. Afirmó que existe “todo un ecosistema” que ha favorecido la prolongación de la ocupación israelí y que, según su análisis, se ha convertido en una estructura económica orientada a sostener el conflicto.
En las conclusiones del informe, la relatora solicita la imposición de sanciones a Israel y el enjuiciamiento de las personas que considera responsables o beneficiarias de la situación actual en Gaza.
También hizo referencia a un cambio en la percepción internacional, especialmente en Europa, tras la difusión de imágenes de menores desnutridos y reportes de muertes vinculadas al hambre en la Franja de Gaza. “Es impactante”, declaró. “No creo que queden palabras para describir lo que le está sucediendo al pueblo palestino”.
El conflicto comenzó el 7 de octubre de 2023, cuando grupos armados liderados por Hamás ingresaron a territorio israelí, causando la muerte de aproximadamente 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomando a 251 como rehenes. En respuesta, Israel lanzó una operación militar en Gaza que, según el Ministerio de Salud del enclave, ha dejado más de 60.000 fallecidos. Este conteo no distingue entre combatientes y civiles, aunque se indica que más de la mitad de las víctimas son mujeres y niños.
A casi 21 meses del inicio del conflicto, Naciones Unidas advierte que el hambre es generalizada en Gaza, como consecuencia del prolongado bloqueo a la entrada de alimentos y la escasa disponibilidad de servicios médicos en el territorio.